El truco que Microsoft no quería que supieras: crea cuentas locales en Windows 11 sin pasar por el aro
Microsoft lo intenta una y otra vez, pero los usuarios siempre van un paso por delante. Esta vez, un nuevo truco permite crear cuentas locales en Windows 11 sin necesidad de iniciar sesión con una cuenta de Microsoft, incluso en las últimas versiones del sistema operativo.
Saltarse el inicio con cuenta Microsoft es posible (de momento)
La última jugada de Microsoft para forzar a los usuarios a usar su cuenta corporativa parecía definitiva. En las ediciones Home y Pro de Windows 11, el asistente de instalación ya no dejaba opción: o vinculabas tu instalación a una cuenta online, o no avanzabas.
Pero, como suele pasar, la comunidad ha respondido rápido. Un usuario de X (antes Twitter), @witherornot1337, ha descubierto una forma sencilla de activar el modo de creación de cuenta local sin necesidad de conexión a Internet ni cuentas extrañas.
¿Cómo funciona el truco?
Durante el proceso de instalación de Windows 11:
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Pulsa Shift + F10 para abrir la consola de comandos.
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Escribe el siguiente comando y pulsa Enter:
start ms-cxh:localonly
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Se activará una opción que te permite crear una cuenta local tradicional, como en los viejos tiempos.
Las ediciones empresariales aún dan más libertad
Si no quieres depender de este tipo de trucos cada vez que reinstales el sistema, considera usar una versión distinta. Las ediciones Education, Enterprise, IoT Enterprise y LTSC siguen permitiendo omitir la conexión a Internet durante la instalación.
En estos casos, verás el famoso botón de “No tengo Internet”, lo que te lleva directamente a la creación de una cuenta local. Es una opción muy útil para técnicos, empresas o usuarios que valoran el control y la privacidad.
¿Una batalla perdida para Microsoft?
Cada vez que Microsoft intenta cerrar estas puertas, la comunidad encuentra una ventana abierta. Y mientras siga exigiendo cuentas online para funciones básicas del sistema, los usuarios seguirán buscando formas de recuperar su autonomía. ¿La solución definitiva? Tal vez escuchar más a los usuarios y menos al departamento de marketing.