¿Pensabas que el metaverso estaba enterrado junto a los NFTs y los tokens de mono? Error. Sigue vivo… pero en la forma más triste posible: como simulacro corporativo con casco de realidad virtual. Si esperabas un mundo nuevo, lo que te espera es un onboarding con avatares grises y reuniones tridimensionales donde la única dimensión que falta es la del sentido común.
Bienvenido al onboarding con avatares grises
¿Recuerdas esa ilusión de "segundas vidas digitales"? Pues ha mutado en un curso de compliance con tu avatar sin piernas y una presentación flotante. Las empresas han rescatado el cadáver del metaverso para usarlo como decorado 3D de lo que antes era un PDF con colores corporativos.
Las reuniones ahora son en 3D… pero igual de inútiles
Sube el visor, activa el micrófono, y entra a una sala de reuniones con muebles flotantes y avatares sin rostro. La experiencia es idéntica a Teams, solo que ahora con náuseas. Porque la inmersión no cambia el contenido: sigue siendo gente que no sabe por qué está en la reunión, ni qué demonios aporta estar ahí en VR.
Realidad virtual, contenido vacío
El problema no es la tecnología. Es el uso estéril que hace el mundo corporativo de cualquier novedad. Como si envolver el PowerPoint en 3D hiciera más atractivo el mismo mensaje vacío de siempre. No hay narrativa, no hay interacción real. Solo un metapowerpoint disfrazado de disrupción.
Si no hay usuarios, hay consultores
Ya nadie habla del metaverso porque los usuarios reales lo abandonaron hace meses. Pero eso no ha impedido que las consultoras lo sigan vendiendo a ritmo de informe. ¿Quién necesita clientes cuando puedes tener ejecutivos asustados por “quedarse atrás”? En la nueva economía del humo, basta con vender la maqueta.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
El metaverso no fracasó por falta de tecnología. Fracasó porque el contenido era irrelevante, la experiencia era torpe, y el único entusiasmo venía de los departamentos de marketing. Ahora sobrevive como teatrillo corporativo, sostenido por miedo, presupuesto y FOMO mal digerido. Es decir, como todo lo que Microsoft compra tarde.