Una relación de conveniencia digital que duró ocho años llega a su fin: Google Wallet dejará de permitir pagos con PayPal en EE.UU. a partir del 13 de junio de 2025. Y como en todo divorcio tecnológico, los usuarios son los que acaban durmiendo en el sofá.
Ya no podrás usar PayPal… aunque quieras
Desde el 11 de abril, Google ya bloqueó la posibilidad de vincular nuevas cuentas de PayPal a Wallet. Y en dos semanas más, las ya conectadas desaparecerán por arte de magia (o burocracia API). Así que si tu suscripción, compra recurrente o pago casual dependía de esa integración... mejor ve desempolvando tu tarjeta física.
Y no, no podrás ver tu historial de movimientos desde Wallet: ahora tendrás que volver a esa delicia de experiencia de usuario que es el dashboard de PayPal.
La ruptura más pasivo-agresiva del año
Google no ha dado demasiadas explicaciones, pero lanza una de esas frases corporativas que merecen estar bordadas en una pared: “Para ofrecer formas de pago más inteligentes, flexibles y gratificantes...” —que en lenguaje humano significa: “nos cansamos de entendernos con PayPal”.
Por su parte, PayPal guarda silencio, como ese ex que deja todo por leer y desaparece sin dar explicaciones.
Alemania: el país donde aún funciona la pareja
Como en toda separación, hay una excepción geográfica absurda. En este caso, Alemania. Allí, la integración PayPal-Google Wallet sigue viva, como si Berlín fuera un universo paralelo donde las fintechs todavía se quieren.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
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Fricción retroactiva: Ahora tendrás que volver a meter tus datos manualmente. En 2025. Porque sí.
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Control de datos: Eliminar la integración también significa menos visibilidad y más fragmentación del historial financiero.
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Interoperabilidad fingida: Las big tech juran que son abiertas, pero cada vez levantan más murallas para proteger sus jardines cerrados.
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El modelo de “sólo tarjetas” regresa: ¿Y si no quiero poner mi tarjeta a cada app que resucita Wallet? Mala suerte.