Amazon acaba de confirmar lo que muchos ya sospechábamos: su servicio de Prime Video se ha convertido oficialmente en otro vertedero de anuncios. ¿La novedad? Ahora los usuarios tienen que tragarse hasta 6 minutos de anuncios por hora de contenido. Y sí, incluso si pagas por Prime.
Los anuncios: ese molesto “extra” que ahora se cobra aparte
Amazon Prime Video prometía una experiencia sin interrupciones… hasta que dejó de hacerlo. Desde principios de 2024, el streaming con anuncios se convirtió en la nueva normalidad para los suscriptores. Según Amazon, estos cortes publicitarios son “limitados” y “menos intrusivos” que en la televisión tradicional. Pero lo cierto es que han logrado colar entre 3 y 6 minutos de anuncios por hora.
¿Quieres evitarlos? Paga 2.99 dólares más al mes. Un chantaje digital disfrazado de “opción”.
¿Qué pretende Amazon? Spoiler: más dinero, no mejor contenido
El giro hacia los anuncios no es una decisión técnica ni de experiencia de usuario: es puro negocio. En 2024, Amazon generó 47 mil millones de dólares en ingresos por publicidad, y Prime Video es ahora una palanca más para seguir exprimiendo a sus clientes. ¿Series originales? Bien, pero los anuncios valen más que tu fidelidad.
Además, se rumorea que los anuncios se adaptarán a tu historial de compras. Así que si alguna vez buscaste una licuadora, prepárate para ver diez tipos diferentes en cada episodio de tu serie favorita.
¿Cómo afecta esto al resto del mercado? Spoiler: mal
Cuando Amazon, el tercer servicio de streaming más grande del mundo, decide normalizar los anuncios en un servicio de pago, lo que está haciendo es abrir la puerta para que los demás lo imiten. Netflix ya tiene su plan con anuncios. Disney+ también. Y todos observan de cerca cuánta molestia estás dispuesto a tolerar antes de irte (spoiler: no mucha, pero ellos lo están probando).
Alternativas: ¿vale la pena cambiarse?
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Plex y Tubi ofrecen contenido gratuito con anuncios, pero al menos no fingen que estás pagando por evitarlo.
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Apple TV+ sigue siendo una rara avis sin anuncios, por ahora.
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HBO Max tiene su propia versión con y sin anuncios, pero al menos lo deja claro desde el principio.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
Lo realmente cínico de Amazon no es solo que meta anuncios, sino que lo haga sin bajar el precio base del servicio. Pagar por un servicio que ahora te interrumpe como un canal de televisión de 1998 es un insulto al sentido común. Pero Amazon sabe que cancelas Prime y te quedas sin envíos gratis, música, libros… y ahí está la trampa. Es el ecosistema perfecto: si te sales, pierdes demasiado.
Conclusión clara y sin adornos
Amazon ha convertido Prime Video en un experimento de tolerancia al abuso publicitario. Y mientras los usuarios sigan tragando, seguirán subiendo la dosis. Porque para ellos no eres cliente. Eres inventario.