La próxima vez que alguien te mire con superioridad moral desde su coche eléctrico de 50.000 €, recuérdale que no hay vehículo sostenible en un sistema insostenible. Bienvenidos al club del greenwashing sobre ruedas.
Batería de litio, minería de esclavos
Detrás de esa batería de iones de litio que promete salvar el planeta hay una cadena de extracción digna de distopía. El litio viene de países como Chile, Argentina o Bolivia, donde la extracción consume miles de litros de agua en zonas ya desérticas. Y el cobalto, esencial para estabilizar la batería, viene en buena parte del Congo, donde menores trabajan en minas artesanales sin protección alguna.
Pero tranquilo: Tesla te dirá que su batería es eco-friendly. Y tú, claro, te lo crees.
Recargar no siempre es sinónimo de verde
Tu coche eléctrico puede que no emita CO₂... pero solo mientras lo conduces. ¿Y la electricidad con la que lo cargas? En muchos países, buena parte sigue viniendo de ciclos combinados, gas natural o incluso carbón. En España, por ejemplo, abril cerró con un 35,7% de generación NO renovable. Y eso sin contar las pérdidas por transmisión, conversión y almacenamiento.
Recargar tu coche de noche cuando el sol no brilla y el viento no sopla implica tirar de la red sucia. Pero, eh, todo sea por la etiqueta verde.
El problema no es el coche, es el sistema energético
Cambiar un coche de combustión por uno eléctrico no cambia nada si seguimos produciendo energía sucia, si no reciclamos baterías, y si el urbanismo sigue igual de colapsado. Es como cambiar de camisa sin ducharte: el problema sigue debajo.
Y no hablemos del efecto rebote. Como el coche no contamina (supuestamente), lo uso más. Me muevo más. Y el impacto ambiental vuelve a crecer. Spoiler: el coche más sostenible sigue siendo el que no se usa.
Greenwashing sobre ruedas
Lo que empezó como una solución parcial se ha convertido en una estrategia de marketing brutal. Las marcas compiten no por ser más eficientes, sino por vender la utopía verde mejor empaquetada. Los gobiernos subvencionan, los fabricantes celebran, los usuarios aplauden… y el planeta, mientras tanto, sigue achicharrándose.
¿Querías un cambio de modelo? Lo que tienes es el mismo modelo pintado de verde menta.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
El 80% de las emisiones de un coche eléctrico se producen antes de que lo conduzcas. Fabricarlo, transportarlo y ensamblarlo ya es una fiesta de carbono. Y si no hay un plan serio de reciclaje de baterías, estás cambiando humo por residuos tóxicos.