Microsoft lanza un bug que hace que Outlook clásico no arranque... y la “solución” es abrir un ticket oficial con ellos. Sí, has leído bien: no hay parche público, no hay bricolaje, no hay “haz esto y aquello”. Solo ellos pueden tocar la palanca oculta y arreglarlo. Y tú, amigo, esperando en fila.
El bug que te deja sin cliente de correo
Un fallo reciente afecta a Outlook clásico en Windows para usuarios de Microsoft 365: al abrir la aplicación, se bloquea en la conexión con Exchange. Microsoft reconoce el problema, admite que no hay solución pública y que la única vía real es abrir un caso mediante el portal de administrador de Microsoft 365. El soporte de Exchange Online debe “solicitar un cambio en el servicio” para mitigar el error. Toda la información oficial fue publicada por Bleeping Computer.
Ni reinstalar, ni perfilar, ni trucos: esto no lo arreglas tú. Lo hace Microsoft.
Las “soluciones” temporales que te dan de comer
Mientras tanto, Microsoft sugiere alternativas provisionales:
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Cambiarse al nuevo Outlook para Windows (otro cliente, otros fallos).
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Usar Outlook Web Access (OWA) para acceder desde el navegador.
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Y, como siempre, tirar de recetas viejas: modo seguro, desactivar complementos, crear un perfil nuevo, reparar archivos, resetear panel de navegación.
En resumen: intenta lo de siempre, pero al final tendrás que pasar por caja con soporte.
Qué revela este desastre sobre Microsoft
No es solo un bug: es un recordatorio de la dependencia que Microsoft genera. Cuando un error es “menor”, publican un parche. Pero cuando les conviene, se convierte en algo “solo solucionable vía soporte oficial”. ¿Casualidad o modelo de negocio encubierto?
Esto crea una jerarquía absurda:
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Usuario individual: cero poder.
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Clientes con contrato empresarial: acceso al botón mágico.
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Microsoft: guardián supremo del código, con llave maestra.
El historial reciente de fallos en Outlook (bloqueos de CPU, errores de calendario) muestra que la calidad de la suite clásica se ha convertido en un colador.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
Este tipo de bugs “solo arreglables por soporte” funcionan como una trampa perfecta. Te obligan a depender del contrato, del administrador, de los canales oficiales. Y de paso empujan a las empresas hacia el nuevo Outlook como “solución natural”.
Si no tienes soporte premium, te quedas vendido. Y si lo tienes, acabas pagando por un problema que ellos mismos crearon. El negocio redondo: fabricar el incendio y cobrar por el extintor.