Abres X. Scroll. Scroll. Scroll. Y de pronto, ahí está: otro iluminado de la “automatización” prometiendo 150 millones de leads, un scraper mágico para Trustpilot o Google Maps, y lo mejor… gratis y en 60 segundos.
Spoiler: ni es gratis, ni funciona, ni está hecho para ayudarte. Es solo otro timo disfrazado de growth hacking que se viraliza gracias a un algoritmo que premia la basura de alto engagement.
Bienvenido al nuevo spam 2.0: bonito, limpio y letal para tu reputación.
“150.000.000 de leads listos para scrapeo”: claro que sí, campeón
Muchos de estos posts repiten la misma plantilla: una captura dudosa de Trustpilot, una cifra obscenamente inflada, y una call to action tipo “Comenta TP y te lo mando”. Esto, en la jerga del marketing de humo, se llama cebo emocional para wannabes digitales.
La cifra es ridícula. 150 millones de negocios locales listados en una sola plataforma sería más que todos los registrados en Estados Unidos, la UE y parte de Asia… combinados. ¿Hace falta seguir?
La imagen que acompaña suele ser manipulada (como el caso que analizamos), con un recorte mal hecho o datos superpuestos que no existen en el sitio real. Vamos, PowerPoint de becario con complejo de gurú.
¿Scrapers gratuitos? Traducción: puerta trasera a tu equipo y a tus datos
Cuando alguien te ofrece un “scraper gratuito”, no te está haciendo un favor. Te está tendiendo una trampa. Y estas son las consecuencias más frecuentes:
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Phishing directo: lo que bajas no es un scraper, es un archivo con un payload.
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Bloqueo de IPs: Trustpilot, Yelp, Google… todos tienen sistemas de defensa. Vas a terminar en lista negra.
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Violación de términos legales: usas el scraper, te pillan, y adiós a tu dominio o cuenta.
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Desinformación masiva: los datos obtenidos están desactualizados, mal parseados o duplicados.
Pero claro, el tipo que te lo vendió (o “regaló”) ya sumó 500 comentarios, se volvió viral, y ahora vende su curso de scraping a $47 con la promesa de “escalar a 5 cifras mensuales”.
Esto no es automatización. Es estafa suave vestida de tutorial técnico.
El algoritmo de X ama a los vendehumo, y tú eres el producto
X (antes Twitter) ha dejado de ser una red social para convertirse en un escaparate de fórmulas mágicas. Los algoritmos no priorizan contenido verificado, sino el que genera interacción. Por eso estás viendo:
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Gente que no tiene clientes, pero habla de cerrar 30 deals por semana.
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Gurús que no tienen web, pero venden “servicios SEO escalables”.
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Scrapers para todo: LinkedIn, Google Maps, Amazon, Booking, TikTok, Shopee, Pinterest… todos “gratis”.
¿La estrategia? Enganchar a ingenuos, hacerlos comentar, inflar el alcance, y luego venderles un curso, una newsletter o un grupo premium en Telegram con más “scripts secretos”.
Si comentas “TP” pensando que vas a obtener 150 millones de leads listos para vender, lo único que estás haciendo es engrosar la base de datos de otro que sí aprendió a monetizar... pero vendiendo humo.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
Estos scrapers no se comparten por generosidad, sino porque son el nuevo anzuelo de spam para pescar incautos. Nadie con un negocio real usa esta basura para conseguir clientes. Nadie serio scrapea Trustpilot con un bot de Telegram programado por alguien que no sabe ni cerrar una API.
Detrás de estas prácticas hay una red de recolectores de datos personales, revendedores de leads falsos y vendedores de promesas rotas. Lo que empezó como growth hacking ahora es una industria informal de explotación algorítmica y estafa suave. Y lo peor: funciona porque tú sigues comentando.
