Windows 10 está muerto. Larga vida a Windows 11, o no

14 de octubre de 2025. Hoy se acaba el soporte para Windows 10. No mañana. No en 2026. Hoy. Si sigues usándolo, ya estás oficialmente en tierra de nadie. Microsoft te dice adiós con una sonrisa y te deja a solas con los cibercriminales, los parches inexistentes y un bonito cartel que dice: “Fue gratis mientras duró”.


Gracias por usar Windows 10. Ahora apártate

Durante años, Windows 10 fue el hijo obediente de Microsoft. Lo promocionaron como “la última versión de Windows”. La definitiva. El futuro eterno del sistema operativo. Spoiler: duró 10 años, como cualquier otro.

¿Y ahora qué? Ahora hay que moverse. A Windows 11, por supuesto. Pero solo si tu PC pasa un casting de requisitos que parecen inventados por Apple en una resaca: TPM 2.0, arranque seguro, procesadores de nueva generación. Y si no puedes... a pagar soporte extendido. Porque Microsoft no te odia, solo quiere sacarte más dinero.


Windows 11: sí, es gratis. No, no es para todos

Seamos justos: si tu equipo es moderno, la actualización a Windows 11 es gratuita. El problema es que para Microsoft, “moderno” significa “lo compraste después de la pandemia y te sobran riñones”.

Si tu PC no cumple los requisitos, puedes forzar la instalación. Pero lo harás bajo tu propio riesgo, sin paracaídas y sin soporte. Es como colarte en una fiesta privada sabiendo que nadie te servirá una copa. Técnicamente estás dentro, pero eres el raro.


¿Qué pasa si te quedas en Windows 10 desde hoy?

Lo mismo que pasaría si decidieras vivir en Chernóbil sin traje protector.

  • Sin actualizaciones de seguridad.

  • Sin parches para nuevas amenazas.

  • Sin soporte técnico.

  • Y sí, todo sigue funcionando… hasta que deje de hacerlo.

Puedes contratar el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU). Es como pagar a un guardaespaldas que solo te cubre durante un año más… y que no responde si te disparan en el pie.


Microsoft no actualiza. Pero sí factura

El verdadero motivo detrás de esta eutanasia digital no es la tecnología, sino el negocio. Windows 10 funciona perfectamente. Pero no mueve cajas. No obliga a renovar PCs. No genera ingresos nuevos.

Así que la solución es vieja: declarar obsoleto lo que aún sirve. Crear una necesidad artificial. Convencerte de que un equipo sin TPM 2.0 es un fósil, aunque corra Photoshop como un tiro. No te están protegiendo, te están empujando al borde del abismo con una sonrisa de marketing.


Lo que nadie te cuenta sobre esto

Hoy termina el soporte de Windows 10, pero lo que realmente termina es tu autonomía tecnológica. Microsoft ha diseñado este ciclo para que nunca puedas estar tranquilo. Si no pagas, te quedas vulnerable. Si pagas, es temporal. Si actualizas, es bajo sus condiciones.

Y si te preguntas por qué nadie lo denuncia más fuerte, es porque todo el mundo está dentro del sistema. Fabricantes, medios, influencers. Todos bailan al ritmo de Redmond. El único que pierde en esta partida eres tú, el usuario que solo quería que su PC siguiera funcionando como siempre.

Pero tranquilo, si algo falla, siempre puedes reiniciar. Hasta que no arranque.