Apple mueve ficha en IA: se va su jefe histórico y entra un veterano de Microsoft y Google

Apple ha anunciado un relevo clave en plena carrera global por la inteligencia artificial. John Giannandrea, hasta ahora responsable máximo del área de IA y aprendizaje automático, dejará su cargo ejecutivo aunque seguirá como asesor hasta su jubilación a principios de 2026. Su lugar lo ocupará Amar Subramanya, directivo con pasado reciente en Microsoft y más de una década larga en Google, en un momento en el que la compañía está bajo presión para demostrar que no va rezagada frente a sus grandes rivales.

Un relevo en medio de la carrera por la IA

El anuncio llega en un momento delicado para la empresa, que todavía arrastra la percepción de ir a la zaga en la carrera de la IA generativa frente a Google, Microsoft, OpenAI y otros actores que encadenan lanzamientos de modelos cada vez más avanzados.

Giannandrea, que ocupaba el puesto de vicepresidente de aprendizaje automático y estrategia de IA, fue una de las figuras llamadas a liderar la transición de los productos de la compañía hacia una mayor dependencia de estas tecnologías. Ahora deja la primera línea, aunque mantendrá un papel de asesor hasta que se retire a comienzos de 2026, una transición suave que permite al nuevo responsable tomar el control sin ruptura brusca.

En un mensaje público, Tim Cook ha agradecido el papel de Giannandrea en la construcción y el avance del trabajo en inteligencia artificial dentro de la empresa, un reconocimiento que subraya que el relevo no se plantea como una salida traumática, sino como un cambio de etapa.

Qué significa que se vaya el jefe de IA

La marcha de quien ha coordinado la estrategia de IA en los últimos años pone el foco en las dudas sobre el ritmo de la compañía en este campo. La empresa ha reconocido que la inteligencia artificial es “central” en su estrategia de futuro, pero los productos visibles para el usuario no siempre han acompañado ese discurso.

La prueba más evidente es el retraso en la evolución de Siri. A principios de año, la compañía decidió posponer hasta 2026 el lanzamiento de la versión mejorada de su asistente de voz, un movimiento que choca con el empuje de asistentes conversacionales basados en modelos generativos que están impulsando sus competidores.

En ese contexto, la salida de Giannandrea puede leerse como el cierre de un ciclo: se reconoce que la primera etapa de la estrategia de IA ha llegado a su límite y se apuesta por un nuevo liderazgo para intentar acelerar la integración real de estas capacidades en productos que usan cientos de millones de personas cada día.

La apuesta por Amar Subramanya

El sustituto elegido no es un desconocido en el sector. Amar Subramanya se incorpora como vicepresidente para dirigir “áreas críticas”, entre las que se incluyen los modelos fundacionales de IA y todo el frente de aprendizaje automático, piezas clave para competir en la nueva ola de asistentes y servicios inteligentes.

Subramanya llega tras haber sido vicepresidente corporativo de IA en Microsoft, uno de los actores que más presión está ejerciendo en el mercado gracias a su alianza con OpenAI. Antes pasó 16 años en Google, donde llegó a ser jefe de ingeniería para el asistente digital Gemini, es decir, ha trabajado en el corazón de dos de los rivales directos en asistentes y modelos avanzados.

La elección de un perfil con este recorrido envía un mensaje evidente: la compañía quiere a alguien que conozca de primera mano cómo están construyendo sus sistemas de IA quienes hoy marcan el ritmo. Tim Cook ha subrayado que Subramanya aportará una “experiencia extraordinaria en IA” a su nuevo puesto, dejando claro que se espera de él algo más que una gestión continuista.

Apple, obligada a demostrar que no llega tarde

La compañía se mueve en un equilibrio incómodo. Por un lado, insiste en que su apuesta por la IA es sólida y que forma parte del núcleo de su estrategia. Por otro, ha tenido que aceptar retrasos en productos emblemáticos como Siri justo cuando el mercado se llena de asistentes conversacionales más capaces y de modelos que funcionan como plataforma para terceras empresas.

Con este relevo, el mensaje hacia fuera es doble. Hacia los inversores, se intenta demostrar que hay voluntad de acelerar y de colocar al frente a alguien que ha estado dentro de organizaciones que sí están entregando productos visibles en IA generativa. Hacia dentro, se marca una nueva etapa en la que los modelos fundacionales y el aprendizaje automático dejan de ser algo principalmente interno para convertirse en el centro de la conversación sobre el futuro de la compañía.

Un cambio de era para la IA en la compañía

La continuidad de Giannandrea como asesor hasta principios de 2026 evita la sensación de ruptura abrupta, pero el movimiento tiene el peso simbólico de un cambio de era. Se cierra la etapa de quien ayudó a levantar las bases de la IA dentro de la empresa y se abre la de un directivo curtido en la competencia directa por los asistentes inteligentes.

Queda por ver si este nuevo liderazgo se traducirá en algo tangible para el usuario: un Siri realmente renovado, funciones de IA más visibles en los dispositivos y una sensación, por parte del mercado, de que la compañía ha pasado de reaccionar a marcar su propio ritmo. Lo que sí deja claro el relevo es que la batalla por la inteligencia artificial ha dejado de ser un experimento de laboratorio para convertirse en una cuestión de primer nivel en la cúpula de la empresa.