El Makuhari Messe de Chiba se ha convertido esta semana en la meca global del videojuego. Más de 1.100 compañías de 47 países llenan los pasillos del Tokyo Game Show 2025, en la edición más grande e internacional de su historia. Y aunque Capcom, Square Enix o Konami mantienen largas colas con demos de Resident Evil Requiem o Nioh 3, el verdadero giro de esta feria está en el foco: los juegos independientes han dejado de ser el “hermano pequeño” para ocupar el centro del escenario.
Una feria más global que nunca
De los 1.136 expositores, 615 son extranjeros, un dato que evidencia cómo Japón está abriendo sus puertas a estudios y mercados de todo el mundo. Sony lo ha dejado claro: el 80 % de las ventas de juegos japoneses en su tienda online proviene ya del extranjero. Nintendo confirma cifras similares. El mensaje es obvio: el mercado local no basta y el TGS se ha convertido en el trampolín para conquistar Occidente y otros territorios.
En esa apertura, los publishers buscan nuevos talentos, y los indies ven en el TGS una oportunidad única de acceder a financiación, visibilidad y acuerdos de distribución. Algo parecido ocurrió con otras industrias culturales: como ya vimos con el papel de las lenguas minoritarias en la IA, lo pequeño empieza a marcar tendencia en lo global.
El escaparate de los ‘indies’
La iniciativa Selected Indie 80 ha reunido a 80 títulos desarrollados por equipos pequeños, seleccionados y promocionados con el apoyo de gigantes como Nintendo o Sony. La presencia de Annapurna Interactive, editora de culto en el mundo indie, lo confirma: se han traído tres nuevos proyectos (D-topia, People of Note y Demi and the Fractured Dream) que refuerzan esa idea de que la innovación visual y narrativa está más viva fuera de los grandes estudios.
Este viraje conecta con algo que hemos analizado en otras ocasiones: la guerra por la atención no siempre se gana con presupuestos millonarios, sino con propuestas diferentes. En el artículo sobre HBO Max y su nueva subida de precios ya hablábamos de cómo la fidelidad del usuario depende menos de la marca y más de la experiencia que se le ofrece.
Entre colas infinitas y nostalgia
Eso sí, los grandes nombres siguen atrayendo multitudes. Resident Evil Requiem, Silent Hill f, Marvel Tokon: Fighting Souls, Nioh 3 y Onimusha: Way of the Sword acumulan colas interminables de jugadores que buscan probar antes que nadie lo último en survival horror o lucha.
Pero el TGS también tiene su lado social. Muchos asistentes acuden simplemente por la atmósfera: cosplay, encuentros con creadores, universidades mostrando sus programas de diseño de videojuegos… Un recordatorio de que esta industria no es solo negocio, sino también cultura y comunidad.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
El foco en los indies no es altruismo japonés: es estrategia. Las grandes compañías necesitan arriesgar sin arriesgar, y los estudios pequeños actúan como laboratorio barato de ideas. Si algo funciona, lo compran o lo imitan. Si fracasa, nadie recuerda el nombre. Es capitalismo creativo en versión pixel art.
¿Y tú? ¿Eres de los que hacen cola para el próximo Resident Evil o de los que buscan joyas ocultas en los pasillos menos transitados?