Forbes publicó un análisis sobre las cuatro grandes conclusiones de la tecnología financiera en 2025. Y si esperabas un listado amable sobre “tendencias digitales”, olvídalo. Lo que revela el informe es mucho más profundo: la industria financiera se ha rendido a la realidad. No hay futuro sin automatización, IA, datos y una reinvención total del modelo bancario.
Es el tipo de transformación que llevamos años mencionando… y que ahora, por fin, deja de ser voluntaria.
1. La automatización no es opcional: es la columna vertebral del sector
Las entidades financieras han descubierto que no se puede competir con procesos manuales cuando tu rival usa IA para responder en segundos, validar documentos o detectar fraudes antes de que entren por la puerta.
Aquí es donde encaja una de las claves del informe de Forbes: la automatización completa del ciclo financiero. Desde la adquisición de clientes, pasando por la verificación, hasta la gestión de riesgos. Todo debe ser más rápido, más barato y más fiable.
Y esto encaja con una tendencia que ya mencionamos cuando analizamos cómo Meta entrenó su IA con libros sin permiso: la escala de datos es el nuevo diferencial. Quien tenga datos limpios y procesables tiene el poder.
2. Las Big Tech están dentro del sector financiero… y no van a salir
La segunda conclusión de Forbes es clara: Amazon, Google, Apple y compañía han cruzado la frontera. No son competidores potenciales, sino actores establecidos.
Apple Pay, Google Wallet, Amazon Payments, servicios de crédito integrados, banca desde apps… Todo fluye.
Y esto es un problema para los bancos tradicionales: no pueden competir ni en UX, ni en velocidad, ni en integración.
Lo vivimos también en el análisis de Apple y Google contra la UE: las Big Tech se han convertido en infraestructuras globales de facto. El banco es un complemento, no el protagonista.
3. La seguridad financiera depende ahora de la IA (y de cómo la entrenes)
Forbes señala que la ciberseguridad clásica está muriendo. Demasiados ataques, demasiada sofisticación.
La defensa ahora se basa en:
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Sistemas predictivos
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IA que detecta patrones invisibles
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Automatización de respuesta
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Evaluación en tiempo real del comportamiento del usuario
El reto no es tecnológico, es operativo: ¿tiene tu entidad los datos y la cultura para entrenar modelos que funcionen?
La mayoría no.
4. La experiencia del usuario ya no es estética: es supervivencia
La cuarta conclusión es el cambio definitivo: el usuario financiero actual quiere todo ya, sin fricciones y con transparencia.
Los bancos que siguen pidiendo:
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documentos físicos,
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citas presenciales,
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procesos interminables,
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o interfaces de 2007…
simplemente están firmando su retirada silenciosa.
En Kernel Reload ya hablamos de cómo el usuario digital es más exigente que nunca —basta ver el éxito de nuestro artículo sobre las pequeñas molestias tecnológicas— y el sector financiero no es una excepción.
La banca que no simplifique, perderá. Y rápido.
Lo que nadie te cuenta sobre esto
El discurso oficial habla de “transformación”, “eficiencia” y “experiencia de cliente”.
La realidad es otra: los bancos están asustados.
La IA no solo optimiza procesos: los reemplaza.
Las Big Tech no solo participan: colonizan.
Y el usuario no solo exige más: abandona al que no cumple.
2025 no es el año en que la tecnología financiera evoluciona.
Es el año en que termina de devorar el modelo antiguo.
¿Crees que la banca clásica tiene alguna posibilidad… o esto es ya una partida perdida?
